Aunque siempre hablamos de los distintos tipos de entrenamiento que debemos llevar adelante para obtener una buena forma física, también hacemos hincapié en los demás elementos que forman parte de un cuidado de la salud integral, es decir, el descanso y la alimentación. Sin embargo, como aún así muchas personas no tienen en cuenta estos factores, queremos volver a hacer hincapié en lo denominado “entrenamiento invisible”.
El caso es que más allá del entrenamiento que podemos llevar adelante en un gimnasio o también por nuestra cuenta, eso significa un pequeño porcentaje del bienestar físico, mental y de salud al que podamos acceder. El entrenamiento invisible consiste tanto en el descanso que antes mencionábamos, como también en la alimentación, y ya dentro de este último grupo, también la hidratación.
¿Cómo debe ser la alimentación?
Comenzando por la alimentación, debemos decir que el plan tiene que ser adecuado a cada deportista, considerando su edad, sexo, nivel físico de entrenamiento, y otros factores. Para eso lo mejor es consultar a un nutricionista que además tenga conocimientos de ejercicio físico, y pueda recomendarnos los alimentos ideales para poder cubrir las necesidades que el entrenamiento nos requiere.
De todos modos, si ya sabes que va a ser complicado por distintos motivos seguir un plan específico de alimentación, no podemos dejar de recomendarte algunas cuestiones en particular, sobre todo en torno a consumir la gran mayoría de los grupos alimentarios, concretamente los siguientes: lácteos, carnes y huevos, vegetales y frutas, cereales y legumbres. También son importantes, aunque en mucho menor medida, los azúcares y los dulces, además de las grasas.
¿Y la hidratación?
Dando por hecho que la misma persona que te entrena debería ser consciente de tus necesidades de descanso entre exigencia y exigencia, sobre la hidratación debemos destacar que depende del tipo de ejercicio que llevamos adelante, aunque por lo general debería tomarse medio litro de agua antes del entrenamiento, medio litro durante éste, y medio litro luego.
