Determinadas definiciones corrientes, aunque impropias, contribuyen a crear confusión.
Hay que ponerse de acuerdo sobre la significación y utilización de términos que traducen aspectos anatómico-patológicos distintos y que implican, por consiguiente, períodos de consolidación muy variables:
- La elongación es una distorsión de las fibras musculares sin rotura, y por tanto, sin hematomas ni equimosis.
- La distensión o desgarro muscular, por el contrario, significa la rotura de varias fibras o haces de fibras, con hemorragia local más o menos importante.
- La rotura interesa una parte o la totalidad del músculo.
- La desinserción del músculo es rara, pero, no obstante existe, y tiene lugar en la unión músculo-tendón.
- La contracción o contractura, como la elongación, revela un desorden histoquímico, pero puede ser también un síntoma de rotura muscular. En su traducción anatómico-patológica es un término de carácter ambiguo.
- La contusión por choque directo puede reproducir una de las lesiones descritas anteriormente, a la cual viene a unirse, en los casos más serios, una atrición muscular desastrosa por la lentitud y la mala calidad de su cicatrización.
En definitiva, detrás del juego de palabras, hemos de conocer al menos que es lo que nos hemos hecho.