Son alteraciones musculares bruscas de un músculo no patológico, que pueden surgir en diversos momentos:
- Durante la competición.
- Después de competir (habitualmente por deshidratación al haber excesivas pérdidas de sodio, potasio y cloro).
- Pueden ser nocturnos (problemas vasculares de la edad avanzada).
- Incluso de origen medicamentoso: ingestión de diuréticos, clofibratos, heroína, litio, o falta de potasio, anticoceptivos, surgiendo así a cualquier hora del día y sin relación con actividad muscular alguna.
- A lo largo de ciertas enfermedades: Enf. de McArdle, Esclerosis Lateral Amiotrófica, etc.
Teóricamente el calambre puede surgir a nivel de cualquier músculo, pero en el deportista suele aparecer preferentemente en la pantorrilla, en los isquiotibiales, cuádriceps y músculos de la mano (en los jugadores de baloncesto). El calambre es «una contractura brusca, intensa, muy dolorosa, involuntaria y persistente de un músculo», que provoca en el mismo, un acortamiento máximo. La causa del calambre puede ser múltiple, pero siempre de fondo vascular: deficiente flujo sanguíneo, estasis sanguínea y consecuente de catabolitos y déficit en la salida de sangre venosa del músculo. Todo esto origina que se activen sincrónicamente la totalidad de las fibras musculares al mismo tiempo (calambre).
Tratamiento:
- Estiramiento pasivo del músculo contraído de forma suave, progresiva pero enérgica.
- Aplicación de calor suave si se tiene a mano. Pero es mejor el calor húmedo (compresa de hidrocollator).
- Masaje.
Otra medida para aliviar o anular el calambre, cuando no se logra con un estiramiento o éste se hace doloroso, es pincharlo o presionando con fuerza (hasta sentir dolor) en el centro del labio superior. El mecanismo fisiológico de esta reacción, posiblemente de causa refleja, se desconoce.
Prevención de los calambres:
En deportistas con tendencia a los calambres, en días fríos, o en deportistas muy musculosos, se previenen con la aplicación de envolturas calientes, masaje preventivo e ingestión de bebidas abundantes y ricas en electrolitos. En ocasiones puede ser necesaria la administración de vasodilatadores (arteriales) y tónicos de la circulación de retorno (venosa).