Sin duda los sectores más perjudicados por esta nueva enfermedad son los lugares de concurrencia masiva: restaurantes, pubs, cines, casinos y salas de juego, discotecas, boliches bailables, espectáculos públicos en lugares cerrados… y una extensa lista.
Cipri Quintas, dueño del restaurante Silk&Soya, a las afueras de Madrid tomó algunas medidas para proteger a los comensales de la gripe porcina.
Los camareros del establecimiento se toman la temperatura antes de empezar su turno de trabajo, los menús son desinfectados cada vez que son manipulados y las mesas han sido separadas un poco más entre ellas. Sería bueno también que tome la temperatura de los comensales, para uno sentirse seguro que las personas que están comiendo a tu alrededor no tengan síntomas de la enfermedad. En algunos grandes casino de la Argentina, por ejemplo, se solicitó ayuda a médicos para supervisar a todas las personas y cuando veian alguien con síntomas como fiebre lo invitaban a retirarse del lugar.
Lo importante en esta etapa es que cada uno tome con responsabilidad esta nueva epidemia y si tiene síntomas, se quede en casa y no ponga en riesgo la salud de sus seres queridos o vecinos.
Quintas ha invertido una buena suma de dinero para remodelar los baños, los clientes ya no tienen que tocar los pomos de puertas, grifos o interruptores de la luz, porque la puerta siempre está abierta, el agua fluye automáticamente cuando uno se acerca a lavarse las manos y las luces se encienden cuando uno infresa al lavabo.
Los camareros sirven los platos con la ayuda de servilletas y entre las horas de la comida y la cena, el restaurante abre sus ventanas para permitir la ventilación.