La nieve ya cubrió las principales pistas y los grandes complejos abrieron sus puertas a los turistas de todo el mundo.
Colocarse los esquíes por primera vez implica una sensación extraña. La botas son incómodas, y las fijaciones nos parecen complejas. Aunque parezca el hombre que llegó a la luna, trata de caminar con esas botas abrochadas.
Y de solo pensar que hay que andar con esas tablas, los esquíes se cruzan o comienzan a deslizarse sin que nadie le de alguna orden y ahi comienzas a ver la gente que pierde el equilibrio y se va cayendo, por eso te recomendamos si es la primera vez que pisas una pista, contrata una o dos clases personalizadas, aunque sean más caras que las grupales, un instructor te dará la confianza que necesitas para iniciarte en este deporte, que aunque sea de alto riesgo, luego sentirás que no quieres dejar la montaña para subir y andar por todas las pistas.
- Para comenzar elige una zona plana, con escasa pendiente, así aprenderas a deslizarse por la nieve. Mirá a los niños como andan por la pistas, ellos no tienen temor y lo hacen mucho más rápido que los adultos.
- Asegurate que las fijaciones estén abiertas y cierra bien las botas. Fijate si no tienes nieve acumulada en tu equipamiento.
Un pequeño consejo que te puedo dar, después de algunos golpes en la nieve, fija con tu vista la pista o el camino que quieres recorrer… si tu miras para el costado, tus pies tratarán de llevarte para ese lado. Así me pasó donde tenía bosques cerca de la pista, y yo me veía, como en las películas, estampillado en medio de esos árboles… y mi instructora me enseñó ese pequeño secreto.
