Más allá de las evidencias de tiempos pasados, un reciente estudio de la Universidad de Montreal, en Canadá, ha determinado nuevamente hasta qué punto puede ser beneficioso el realizar ejercicio físico para aquellas personas mayores, pero con la particularidad de qué también se repiten estos aspectos positivos para los ancianos que de por sí son más frágiles que la media de ellos.
Entre los aspectos de la vida diaria que podemos mencionar entonces para los adultos mayores, en cuanto a la realización de actividad física, y aunque no hayan practicado deporte nunca en su vida, podemos mencionar algunos muy interesantes, como por ejemplo que mejora la fuerza de huesos y músculos, además de que mejora el estado de alerta que puedes mantener durante la jornada, y desde luego, su capacidad aeróbica en general.
Además, como mencionábamos con anterioridad, uno de los elementos más distintivos de este estudio estuvo directamente relacionado con evaluar qué efectos tenía la realización de distintos deportes y rutinas livianas de entrenamiento en personas mayores frágiles, con lo cual se determinó que son mucho más importantes los efectos positivos, en este caso, que aquellos negativos que puedan llegar a existir.
De este modo, los especialistas advierten a las personas mayores, o a sus hijos siempre y cuando puedan darles una mano, que se debe dejar de lado el miedo que podamos llegar a tener en cuenta ante la práctica de diferentes entrenamientos, y que por su existencia misma, muchas veces derivan en situaciones de caídas, fracturas, y otros, cuando en realidad la probabilidad de estos problemas es mínima, y se trata de una cuestión psicológica.
Finalmente, otro aspecto interesante, es que si bien cuanto más tarde en los períodos de la vida comencemos a realizar actividad física, menor será el desarrollo de nuestro organismo al que lleguemos, en cualquier momento, eso sí, podemos obtener innumerables beneficios entre el primer y segundo año de entrenamiento.