La ansiedad precompetitiva genera una tensión que dificulta una correcta ejecución de los gestos técnicos que requiere la actividad deportiva. Se trata de un estado psicofísico que presentan algunos deportistas en los momentos previos a la competición. Ésta se manifiesta con un exceso de tensión muscular provocado por un pensamiento negativo que genera una sensación de incertidumbre respecto a la ejecución correcta y eficaz de la futura actuación deportiva.
Si el deportista no logra liberar sus músculos de la sobreactivación a la que están sometidos, sus movimientos no serán lo suficientemente coordinados como para ejecutar correctamente los gestos técnicos que requiere su actividad.
Por ello, poseer una técnica psicológica de autocontrol, aumenta considerablemente la probabilidad del éxito deportivo. La técnica de relajación por ejemplo es una de las más usadas por los deportistas, ya sea para solucionar por si misma esa negatividad o bien para utilizarla como soporte a otras técnicas psicológicas.
En definitiva, la relajación es una técnica de autocontrol mediante la cual podemos mantener un bajo nivel de ansiedad o bien conseguir eliminarla en momentos determinados. Es, por lo tanto, una respuesta antagónica/opuesta a la ansiedad, es decir, no se puede estar relajado y ansioso a la vez.
La ansiedad es un estado corporal desagradable que manifiesta fundamentalmente por la tensión de nuestros músculos y vísceras, así como por una mayor activación de nuestras glándulas. Por lo tanto, cuando nos encontramos en tal estado, podemos utilizar la relajación para salir del mismo.
Por tanto, la relajación trata de proporcionar al deportista un nivel de activación adecuado para la práctica deportiva, eliminando el exceso de tensión acumulado en los músculos y que repercute negativamente en los movimientos físicos a realizar por el sujeto, afectando a la ejecución positiva de las diversas acciones técnicas implicadas en la tarea. Pero la relajación no solo es a nivel físico muscular, sino también a nivel mental, ya que es imprescindible “Mens sana in corpore sano”.