La obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por un exceso de tejido adiposo o grasa corporal, habiendo un desequilibrio entre la energía ingerida y la consumida en los procesos metabólicos, es decir: entre los alimentos que se consumen y el gasto de energía.
En cuanto a las causas de la obesidad, se trata de una enfermedad multicausal y compleja, en tanto ella está atravesada por factores genéticos y metabólicos (que intervienen en la asimilación, almacenamiento y utilización de la energía que proviene de los alimentos), ambientales (producto de cambios sociales y culturales) y conductuales (hábitos instalados en relación a la alimentación, el ejercicio físico y el estilo de vida).
Si bien la carga genética puede predisponer a la obesidad, las influencias dietarias (el exceso de calorías, grasas saturadas, azucares y harinas) junto al sedentarismo, son los principales responsables del aumento de tejido adiposo.
Algunas cifras para tener en cuenta:
La obesidad se asocia a más de 300 complicaciones, entre ellas: resistencia a la insulina, síndrome metabólico, acantosis nigricans, apnea del sueño, hígado graso, hipertensión, insuficiencia respiratoria, diabetes, colesterol, várices, dolores de columna y piernas, junto a posibles emociones negativas tales como enojo, frustración, bajo autoestima, depresión, agresividad, miedos y sentimiento de inferioridad.
Según afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS) habría más de 1000 millones de personas adultas con sobrepeso y unos 300 millones de obesos en todo el mundo.
Otra referencia importante a tener en cuenta, a la hora de sacar números, es el Índice de Masa Corporal –IMC- que refiera a la relación existente entre altura y peso. En caso de que éste sea mayor a 25 unidades ello estaría indicando cierto grado de obesidad.
Para conocer el IMC debemos realizar la siguiente ecuación: Peso/Altura x Altura. Por ejemplo, en el caso de una mujer que pesa 70 kilos y mide 1,63, su IMC corresponderá a 26,41, por lo tanto, presenta obesidad.
En síntesis, la obesidad resulta una enfermedad crónica pero posible de controlarse, siendo el primer paso para ello reconocer la problemática, y los números (calorías de los alimentos, peso de los alimentos, peso de mi cuerpo y mi altura), son datos importantes de registrar para conducirnos a una vida más saludable y libre de las complicaciones de la obesidad.