Siempre hemos repasado en este espacio los muchos beneficios que la actividad física tiene para la vida de los seres humanos, y en este sentido, un estudio reciente ha vuelto a confirmar todos los elementos positivos que el desarrollo de distintos deportes, y otras actividades semejante, permite para las personas, de cara a poder combatir la posibilidad de sufrir un infarto.
Es en este sentido que según han revelado expertos americanos, el hecho de realizar actividad física durante 30 minutos diarios también puede evitar un infarto porque disminuye la frecuencia cardíaca en reposo, de modo que debemos volver a recomendar el llevar a cabo una rutina semanal que incluya diferentes ejercicios aeróbicos, para poder obtener una mejor salud cardíaca.
En concreto, estos mismos especialistas quieren resaltar el papel fundamental que cumple la posibilidad de llevar adelante ejercicios en espacios abiertos por las mañanas o por las tardes, ya que los mismos nos permiten obtener un aumento claro en los niveles de vitamina D del organismo, de modo tal que la sangre se oxigena más, el ánimo es mejor, y los infartos están más lejos de hacerse presentes.
Además, no se puede dejar de considerar que la realización de estas actividades físicas también nos permitirá reducir el riesgo de contraer enfermedades no transmisibles, muchas de las cuales son las más sufridas en los países desarrollados, como por ejemplo la obesidad, el sobrepeso, la diabetes, y otras tantas, que en la mayoría de los casos se encuentran relacionadas con el tipo de alimentación que mantenemos.
Para poder colaborar entonces con la no aparición de casos de infartos, conviene adoptar un estilo de vida más saludable que el que tienen las personas sedentarias, modificando también su alimentación a una basada en buenas cantidades de hierro, frutas y verduras, que le permitan a nuestro cuerpo estar mejor preparado ante estas situaciones.