Grandes mitos de la alimentación

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Como todo en la vida, existen mitos en torno a la alimentación de los seres humanos, muchos de los cuales se extienden de acuerdo a la conveniencia del mercado, y es por eso que no queremos que te dejes guiar por los mismos, sino que poseas tus propios conocimientos al respecto, de forma que puedas discernir qué información podría llegar a ser verdadera, y cual tiene una marcada intención de obtener beneficios a partir de un rumor.

Por ejemplo, uno de los mitos que muchos de nosotros hemos escuchado alguna vez, tiene que ver directamente con que la fruta fermenta el estómago, y eso es suficiente para algunas personas para no comerlas. La realidad nada tiene que ver con ello, y de hecho, los especialistas se cansan de indicar que ningún alimento fermenta en el estómago salvo que se padezca una obstrucción intestinal.

Además, muchas otras personas han sido objeto de un rumor según el cual comer más de tres huevos semanales es malo porque “se dispara el colesterol”. Lo cierto en este sentido, es que una persona sana puede comer hasta 7 huevos por semana que no sufrirá ningún tipo de consecuencia al respecto. Ahora bien, si ya tenemos alguna enfermedad previa, conviene disminuir esa cantidad a unos 4 huevos por semana.

Por otro lado, tampoco es cierto que la carne más barata es la que procede de animales clonados, ya que prácticamente no existen animales clonados en el mundo, y en todo caso, tienen utilidades mucho más interesantes que el ser consumidos por el hombre. Por cierto, hablando de mitos, tampoco es verdad que masticar café te ayude a evitarte la multa por exceso de consumo de alcohol.

Algunos otros mitos muy extendidos que deberías descartar del todo indican por ejemplo que los huevos morenos son más nutritivos que los blancos, que hay que elegir alimentos según el grupo sanguíneo, que la miel nos ofrece una calidad de vida superior, o que un antojo que no ha sido satisfecho puede dañar al bebé.