El colesterol malo es una grasa que produce el cuerpo y que mayoritariamente se recibe de los alimentos de origen animal. Cuando su nivel en la sangre es elevado, produce enfermedades a largo tiempo (hipertensión, riesgos cardiovasculares). A parte de la ingesta de estos alimentos no aconsejables, esta grasa, también es motivo del alcohol, tabaco, sedentarismo… se produce en varias partes del organismo como el sistema nerviosos, los músculos, intestinos, corazón, piel, hígado… es producido por el propio cuerpo, pero también es necesario, pues es el componente de las membranas del plasma de los animales, es decir, una sustancia que no existe en los vegetales.
Solo podemos obtener la vitamina de D, la cual es esencial para el metabolismo del calcio.
Sirve para producir las hormonas sexuales (progesterona, testosterona, estrógenos), al igual que las corticoesteroidales (cortisol y aldosterona) y también de la sal de la saliva, pues el hígado recibe el colesterol por la bilis.
El colesterol se transporta por la sangre a través de las lipoproteínas como la LDL, es en esta donde se establece el colesterol “malo”, ya que se queda en las paredes de los vasos sanguíneos y todavía más si consumimos mucha grasa provenida del origen de los animales (queso, embutido). Esta lipoproteína, se elimina con el ejercicio físico, la ingesta de fibra y una dieta baja en grasa).
Por todo ello, siempre necesitamos información de los contenidos alimenticios, pues nuestra salud está en juego en todo aquello que comemos y necesitamos darle o ejercer o no en nuestro organismo.