Aunque en España el verano recién ha llegado y se va a quedar por algunos meses, nuestros lectores del hemisferio sur recién están experimentando las primeras semanas del invierno, y es por eso que nos parece interesante destacar de qué forma la calefacción puede llegar a influir sobre la alimentación de los seres humanos, conclusiones a las que llegamos tras un extenso e interesante estudio al respecto.
En concreto, estamos hablando en este caso de un relevamiento que ha sido realizado por integrantes de distintas cátedras del University College de Londres, cuyos resultados fueron luego publicados por la revista científica “Obesity Reviews”, en la que se explica cómo la calefacción juega un rol importante sobre la alimentación de los hombres y mujeres.
De hecho, lo primero que se sostiene a partir del informe, es que “demasiada exposición a la calefacción en invierno puede contribuir al aumento de peso”, y que esto se debe sobre todo a que “reducir la exposición al frío reduce también la capacidad del cuerpo para producir calor”, así que tienes que tener cuidado de estar calentándote de más, o al ambiente, en esta parte del año.
Por otro lado, el estudio hace hincapié también en lo que los expertos denominan la “grasa marrón”, que a diferencia de la “grasa blanca”, tiene la capacidad de quemar energía para crear calor. El problema es que su producción avanza a medida que las temperaturas externas disminuyen, y por eso si las elevamos, deja de funcionar, acumulando calorías.
“El confort térmico implica que no nos exponemos al frío estacional, que cada vez pasamos más tiempo de nuestra vida con una temperatura agradable, con lo cual, con menos exposición al frío, los seres humanos estamos perdiendo parte de este tejido”, ha explicado en tal sentido el especialista argentino Máximo Ravenna, uno de los participantes de la investigación.