La agilidad del cuerpo y la mente, también se consigue con la ejercitación de la memoria. Hay métodos que nos pueden ayudar a conseguir estos ejercicios. Especialistas y médicos ejercen terapias, que podemos aplicar, aunque no tengamos demasiada pérdida, pero esta prevención es muy importante para ejercer una vida saludable.
Un ejercicio muy bueno es caminar, aunque parezca muy simple, el caminar a paso ligero y como mínimo media hora, esto aporta flexibilidad y mejor circulación sanguínea, también activa la memoria y la atención, pues la conexión del cerebro con todo lo que nos rodea es absoluta, algo que se pierde con el paso de los años. Esta ejercitación se consigue con continuidad, como todo, si no hay esfuerzos no hay resultados, la constancia ha de ser duradera. A partir del año es cuando empieza a ser eficaz, de ahí la constancia que se debe ejercer.
El aprendizaje a la edad adulta es un buen reconstituyente para la memoria, ejercitar los conocimientos que ya se tenían y aprender nuevos es totalmente interesante para todos, no importa la edad para adquirir experiencias nuevas. La didáctica estimula las emociones, la vida social, los retos… el conseguir las metas que se proponen y comprobar los resultados, dan un sentirse orgulloso, a la vez que nuestra memoria aumenta y se desarrolla.
Las personas más mayores de nuestra sociedad, por desgracia, no tuvieron demasiadas oportunidades para aprender, esto ha hecho aparecer escuelas para adultos, las cuales, son una buena motivación para estas edades. El escribir, realizar operaciones matemáticas, repasar historia o naturaleza, les hace sentirse como unos verdaderos chavales que les aporta juventud y vida saludable.
Fuente: pm ministries