Yoga: Beneficios de la respiración profunda

Si se siente preparado para experimentar los beneficios de la respiración profunda, siéntese sobre una esterilla o alfombra; si por algún motivo no puede sentarse en el suelo da igual que utilice una silla o se quede de pie.

La respiración profunda puede ejecutase también acostado, con las piernas flexionadas, la cintura apoyada sobre el piso y las palmas de las manos sobre el abdomen para concentrarse mejor en la respiración. Concéntrese en el espacio faríngeo situado en la pared posterior de su boca y, contrayendo ligeramente los músculos, empiece a inhalar aire a través de ese espacio, como si estuviese accionando una bomba de succión. Hágalo lentamente y sin interrupción, de modo que pueda oír claramente el sonido de absorción, y no fuerce las fosas nasales. Recuerde que deben permanecer inactivas en el transcurso del proceso completo de la respiración.
Cuando inhale deje que sus costillas se expandan lateralmente como un acordeón, empezando naturalmente como un acordeón, empezando naturalmente por las inferiores y sin olvidar que el pecho y los hombros deben permanecer inmóviles.

La inhalación debe ser realizada suavemente y sin esfuerzo; cuando la haya terminado deténgase uno o dos segundos, conteniendo el aliento, y después empiece a espirar con lentitud. Por lo general la exhalación no es tan pasiva como la inhalación y usted debe realizar una presión muy ligera para expulsar el aire, aunque tenga la impresión de empujarlo como una prensa hidráulica contra la garganta.

Ahora se contraen en primer lugar las costillas de arriba, las fosas nasales quedan inactivas y el pecho y los hombros permanecen inmóviles. Al terminar la exhalación oprima ligeramente hacia delante el estómago, para expulsar todo el aire.