Estamos en el Día Mundial del Corazón y para celebrarlo apoyamos todas las acciones desarrolladas en distintos países que contribuyen a aportar conocimientos sobre las distintas enfermedades y afecciones que afectan a nuestro corazón.
Un simple tratamiento de caries dentales, o un estudio ginecológico o urológico de rutina puede ser la puerta de entrada de una bacteria y desarrollar una Endocarditis Infecciosa (EI) en las válvulas, que en muchos casos se encuentran deterioradas.
En las estadísticas internacionales, la tasa de mortalidad, oscila entre 15 y 30% por lo que es necesario un manejo clínico y quirúrgico adecuado para disminuir estos índices que mantiene el interés entre médicos y odontólogos por sus dificultades de diagnóstico.
En los últimos años se han producido importantes cambios en el aspecto epidemiológico, de diagnóstico y tratamiento, observándose con mayor frecuencia en varones añosos (valvulopatías degenerativas) mujeres con prolapsos valvulares mitrales, hemodializados, portadores de marcapasos, pacientes hospitalizados sobretodo en unidades de cuidados críticos debido al aumento de utilización de catéteres invasivos y endovasculares, al igual que el aumento en gente joven por el uso adictivo de drogas intravenosas.
Existen 2 tipos de EI, las producidas en válvulas nativas, y aquellas producidas en pacientes con prótesis (como válvulas, o marcapasos), lo que obliga a cuidados y conocimientos no solo de la población en general, sino de los médicos y odontólogos, de cómo hacer prevención y profilaxis para evitar este tipo de enfermedad.