Mucho hemos oído hablar del Running en los últimos tiempos ahora que se trata de una actividad deportiva muy de moda, y nosotros queremos realizar concretamente un análisis respecto de lo que sucede con las zapatillas que debemos utilizar para realizar esta actividad física, para saber si todo lo que se dice sobre ellas en las publicidades es cierto, o no.
Comenzando con el repaso de los principales mitos y verdades relacionados con las zapatillas para hacer Running, debemos mencionar en primer término que son el único gasto de un deporte que está de moda porque se puede practicar en cualquier lugar y además no está sujeto a horarios ni es demasiado costoso, más allá del calzado.
Lo que más se pregunta la gente al respecto, es si necesariamente tenemos que tener una zapatillas específicas para salir a hacer Running. La respuesta a ello es afirmativa, ya que el uso de un calzado convencional podría llevarnos a tener problemas de postura que se traduzcan luego en molestias musculares, y hasta la deformación de huesos.
Ahora bien, que haya que comprar zapatillas de Running no quiere decir que tengamos que dejarnos el sueldo en ellas, sino que con unos 100 euros podemos conseguir un muy buen par que dure varios años aunque las usemos seguido. Si ya tienes unas viejas zapatillas de Running, tienes que evaluar cuál es su condición, y si te sirven para los terrenos en los que tienes pensado salir a correr ahora mismo.
Cuando termines la actividad física, debes recordar la importancia de dejar secarlas en algún sitio donde les de el aire, para que de esa forma recobren su situación original. Incluso, siempre que puedas es mejor que tengas dos pares antes que uno, ya que de esa forma podrás rotarlos, y evitarte la sudoración que se almacena por algunas horas en ellas.