Si se utiliza en forma de aceite de masaje, en inhalaciones o quemándolo en una habitación, el ciprés actúa sobre el sistema nervioso y alivia la tensión y el estrés.
Excelente para los problemas de la menopausia.
Aplicando un masaje sobre las piernas mejora las venas varicosas y los capilares rotos.
Actúa como diurético y mejora los problemas de vesícula, diarrea y hemorroides.
Se puede utilizar con éxito para tratar la fiebre del heno, asma, tos y bronquítis.
En el agua del baño, actúa como relajante y astringente.
Contraindicaciones: Utilizar con cuidado en el tratamiento de los problemas respiratorios de niños y bebés (mejor si se esparcen unas gotas sobre la almohada). No utilizarlo en bebés recién nacidos. Evitarlo durante el embarazo.