Los alimentos biológicos son los que no contienen sustancias químicas (pesticidas, aditivos). Estos no han sido manipulados en su genética, son naturales al 100 %. Si deseamos llevar una vida más sana, uno de nuestros retos, puede ser el cambiar de los alimentos convencionales a los biológicos o también llamados orgánicos.
Estos alimentos son aquellos que provienen de la ganadería y agricultura ecológica y ejercen efectos muy beneficiosos para el organismo, sus nutrientes son mayor número de vitaminas y minerales, además le facilitan al hígado su función, no lo hacen trabajar tanto de “extra”, pues con los alimentos convencionales ha de eliminar demasiadas toxinas y sustancias químicas que lo dañan también a él. En los mercados cada vez los encontramos en mayor cantidad.
Otra opción para optar a una vida más sana y saludable es comer más frutas y verduras. Estos alimentos contrarrestan el riesgo de desarrollar cáncer u otras enfermedades graves. El consumo ideal de frutas y verduras es comer como mínimo cinco raciones al día de cada tipo.
Cada fruta tiene su propiedad curativa, por ejemplo, la manzana combate el estreñimiento y los trastornos gastrointestinales. La pera combate la inflamación intestina y ayuda a expulsar líquidos. El melocotón es aconsejable para la anemia y las convalecencias. El albaricoque ayuda a eliminar el estreñimiento, la anemia, los nervios y la expulsión de líquidos. La ciruela, sobre todo, el estreñimiento. Las cerezas luchan contra la arteriosclerosis, el reuma, la artritis y los problemas gástricos. La fresa ayuda a las intoxicaciones de hígado. La naranja es aconsejable para la fiebre, resfriados y eliminación de líquidos.