Una de las claves del yoga es aprender los ejercicios de respiración profunda. Ya en 1995 un médico estadounidense recomendaba esta técnica para todos los casos de ataques cardíacos y en la actualidad está incorporada al trabajo de preparto.
Como primera medida, de ninguna manera se deben utilizar las fosas nasales; éstas tienen que permanecer inactivas durante la inspiración y la espiración. Por el contrario, se debe inhalar el aire poniendo en acción el área situada en la pared del fondo de la boca, que conecta a ésta con la nariz y prolonga los orificios nasales que terminan detrás de la parte blanca del paladar, que a su vez comunica la boca con la garganta.
Esta zona, no las fosas nasales, es la que debe aprender a utilizar para ejecutar la respiración profunda del yoga, la principal diferencia con la respiración tradicional.
Es probable que nadie haya imaginado la posibilidad de inhalar aliento a través de un área que no fuera la nariz, aunque las personas que padecen de fuertes congestiones nasales la descubren forzosamente.
En próximas entregas te enseñamos como aplicar la postura de respiración profunda para alcanzar la relajación ideal.