Los sabañones son alteraciones de nuestra piel como consecuencia del frío. Estas pequeñas hinchazones de color rojizo suelen aparecer con mayor asiduidad en los dedos de las manos y de los pies, aunque en ocasiones también pueden aparecer en otras zonas del cuerpo, como las orejas, la nariz o las mejillas, pero siempre en regiones distales del cuerpo o las más expuestas al clima.
Tienen su causa en que durante el invierno, cuando el frío se hace más intenso, nuestra circulación se torna deficiente, los vasos sanguíneos se contraen y disminuye considerablemente la cantidad de sangre y oxígeno que debería llegar a nuestra piel.
Esto, unido a un ambiente húmedo o con corrientes de aire puede ser decisivo para la aparición de los molestos sabañones. Los cambios bruscos de temperatura y la sensibilidad particular de cada individuo también son causas decisivas para su aparición.
Otros factores pueden ser genéticos, desequilibrios hormonales, malnutrición o una dieta inadecuada, cierta enfermedades como la diabetes o hasta un calzado incorrecto.
Algunas recomendaciones:
- Los sabañones no requieren ningún tratamiento específico, ya que suelen desaparecer en dos o tres semanas. Aunque haya que tener la precaución de no rascarse, para evitar agravar la situación.
- Por la noche, antes de acostarnos, sumergir los pies en agua caliente para mejorar la circulación sanguínea y a continuación aplicar una crema de lanolina sobre los pies.
- Si la persona es diabética, es conveniente que consulte a su médico, porque quizás necesite medicación para mejorar su circulación.
- Realizarse automasajes con regularidad también mejora la circulación sanguínea de la piel.