La avena es posiblemente el cereal que mejor combina propiedades nutritivas de todo el mundo, y es que no es para menos. Enormemente nutritivo, de fácil digestión y con todo lo necesario para ser un elemento prácticamente obligatorio en cualquier dieta.
A pesar de sus buenas propiedades, no es uno de los cereales más consumidos -al menos no en nuestro país- debido a que no se le suele sacar tan buen sabor como a por ejemplo, los cereales de trigo. Es importante saber cocinar la avena, porque un vaso de leche con avena y nada más te aseguramos que no suele ser plato de buen gusto para muchos.
Por ello, nosotros te proponemos que si quieres tomar avena fría, la mezcles con leche y algo de miel de abeja, para que quede todo más o menos homogéneo y le des un sabor dulce y natural a la avena con leche. Si prefieres tomarla caliente más de lo mismo, sólo que cuando estés calentando el cazo con la leche, vayas mezclando la avena para que esta se vaya disolviendo y mezclando con la leche.
Otra alternativa por ejemplo, es utilizar harina de avena y mezclarla con leche para hacer unas gachas, una vez lo hayas endulzado. Fácil, sencillo, nutritivo y si te lo propones, sabroso. No está mal, ¿no crees?