Muchas investigaciones realizadas en el pasado se han encargado de demostrar hasta qué punto puede ser perjudicial, para los más chicos, incluso cuando apenas se están desarrollando, el consumo de demasiada cantidad de grasas por parte de su madre, y ahora, un nuevo estudio ha podido confirmar muchas de esas teorías.
En concreto, se trata de un relevamiento realizado por el Grupo de Investigación de Bioquímica de la Universidad CEU San Pablo, Brasil, cuyos especialistas han llegado a la conclusión de que “una alimentación rica en grasas de la madre durante el embarazo puede predisponer al feto a sufrir diabetes en la edad adulta”, para tenerlo bien en cuenta en caso de que conozcas alguna embarazada, o tú misma estés esperando un hijo.
De hecho, se trata del estudio más extenso llevado adelante en relación a esta temática, considerando que el mismo se inició hace exactamente seis años, y que fue dirigido por el experto en Bioquímica y Biología Molecular de la mencionada institución, Emilio Herrera, junto con colaboradores en todas partes del mundo, en países como Estados Unidos, Alemania, Austria e Italia.
Según lo que se pudo observar a través de las investigaciones, existe una “relación directa entre los cambios en la dieta materna y el desarrollo de resistencia a la insulina en el embrión”, con dos características que deben ser muy bien analizadas. La primera de ellas, que los efectos son aún más notorios cuando afectan al feto en la primera mitad del embarazo, y la segunda, que recién se notan a largo plazo, es decir, en la adultez del pequeño.
Además, se debe considerar la necesidad de llevar adelante todos los elementos que nos permitan evitar esta enfermedad, entre los que se encuentran el evitar la propensión que tienen muchas personas a tener obesidad en el momento del embarazo o en los meses posteriores, y que ya ha provocado que una de cada 20 personas en el mundo sean diabéticas, con números en claro crecimiento.
