Las terapias corporales son signo de salud y bienestar para nuestro organismo. El yoga es uno de los estilos de terapia que ayudan al crecimiento personal, además de colaborar con el potencial que hay escondido en el cuerpo y la mente.
Los orígenes del yoga se remontan a la antigua medicina india. Trabaja la mente, el cuerpo y el espíritu. Sus beneficios ayudan a recuperar la salud física, además de potenciarla, ayuda a prevenir el estrés, reduce la tensión y la ansiedad. Esta terapia es muy conveniente para la hipertensión, la diabetes, asma e insomnio. Hay personas que les ayuda con los dolores de cabeza y espalda. También mejora el sistema cardiovascular, digestivo y circulatorio.
El yoga, ayuda a estar en forma, relaja el cuerpo y la mente, da flexibilidad, fuerza, equilibrio. En resumen es muy beneficioso para la salud, ya que estimula las glándulas endocrinas, regula el peso, ayuda a concentrarse, mejora la sexualidad, reduce la tensión y el dolor, aumenta la fuerza muscular, ayuda a las buenas posturas, fortalece los huesos y un punto muy positivo es que ayuda a mejorar las relaciones sociales al influir en el buen estado del individuo.
El principal objetivo de cualquier terapia es encontrarse con la sabiduría de su cuerpo y sepa escucharse. Hemos de escuchar nuestras necesidades internas a partir de nuestro cuerpo, saber comprenderlo y satisfacerlo, es decir integrar mente y cuerpo, emociones y espíritu.
Practicando una terapia como en este caso el yoga, favoreceremos, nuestra armonía y unidad en nosotros mismos.
Fuente: publispain