Cuando nos preguntamos acerca de qué momento en la vida de un niño es el mejor para que éste comience a desarrollar distintas actividades físicas, lo primero que debemos saber es que los dos años son una edad precisa para empezar a acompañarlo en los deportes que deberá llevar adelante en el resto de su existencia, sobre todo a niveles tempranos, y que le asegurarán evitarse muchísimos problemas físicos.
De hecho, los especialistas destacan que entre los principales beneficios que nos puede brindar el deporte, cuando lo realizamos de pequeños, se encuentran algunos como por ejemplo fortalecer músculos y huesos, prevenir la obesidad y el riesgo de enfermedades como la diabetes, y hasta poder mejorar el sueño en las noches, algo especialmente útil en el caso de los pequeños.
Incluso, otro elemento que muchas veces dejamos de lado pero que también tiene que ver con esta recomendación de realizar todo tipo de entrenamientos desde las primeras edades del niño, tiene que ver con que en un futuro le ayudarán a desarrollar otras en conjunto, a partir de lo cual comience a valorar un poco más el trabajo en equipo, dejando de lado el individualismo.
Sin embargo, como siempre sucede en estos casos, también hay una serie de consejos que debes tener en cuenta a la hora de iniciar a tu hijo en la actividad física. A partir de los dos años, y en los siguientes, hasta que alcance la madurez suficiente, lo ideal es que le busques algunos deportes y actividades que a él le gusten, y nunca que las lleve a cabo contra su voluntad.
Para finalizar, debemos recomendar especialmente la natación en estos casos, ya que se puede realizar en presencia de adultos, incluso con niños de muy corta edad, en piletas especialmente preparadas, ya que el agua amortigua todos los impactos que pueden tener, y les ayuda a manejarse mejor en el medio.