Además de controlar el peso, realizar actividad física, limitar la ingesta de carne rojas y el consumo de alcohol, tenga en cuenta el alto porcentaje de ácido úrico que aporta cada alimento.
- Bajo contenido de acido úrico: verduras, frutas, leche, quesos, huevos, cereales, pan, azúcar, galletas, margarinas, bebidas gaseosas, chocolates, café, condimentos, cremas, té, vinagre, gelatinas, helados, nueces, hortalizas. Contenido de acido úrico cada 100 g de alimento: 0-15 mg.
- Moderado contenido: carnes, pescados, mariscos, lentejas, espinacas, espárragos, porotos, hongos, arvejas secas. Contenido de acido úrico cada 100 g. de alimento: 50 – 150 mg.
- Alto contenido: mollejas hígado, riñon, sesos, anchoas, sardinas, extracto de carne, caldo concentrado, granos enteros, consomé, ciervos, panes dulces, levadura. Contenido de acido úrico cada 100 g. de alimento: 150-800 mg.
Los médicos recomiendan eliminar de la dieta diaria los alimentos del tercer grupo, ingerir en cantidades limitadas los del grupo dos, y libertad para comer los del primer grupo.
Los cambios en los hábitos alimenticios deben ser paulatinos, para evitar un descenso brusco del peso y aumentar de manera significativa el ácido úrico.