Sentirse el bienestar

bienestar

El sentirse bien conlleva a una vida más saludable, una de las acciones que hacen sentir ese bienestar es la sonrisa. Con una buena sonrisa se vive más saludablemente. Hay que ejercitarla, pues nos reporta tanto al físico como a la mente. Las investigaciones, aseguran que quienes sonríen habitualmente, aparentan ser más jóvenes, enriquecen su vida social y sus sensaciones son más satisfactorias, además reducen la presión arterial, se hacen más inmunes y superan el estrés y la depresión. La sonrisa genera endorfinas, encefalinas y serotoninas, las cuales son sustancias que alivian los dolores y aportan energía positiva. Cualquier persona, puede proponerse cambiar su vida, si nos empeñamos en conseguirlo, podemos ahuyentar la tristeza y dar paso a la felicidad.

Debemos olvidarnos de las ideas negativas y del “no puedo conseguirlo”, si no estamos convencidos de sí mismo, seguro que no llegaremos a la meta deseada. Los límites siempre se pueden superar.

Los abrazos son comparables  a la risa, estos dan energía positiva, ahuyentan las malas vibraciones y además se contagian, un contagio que no tiene nada de negativo, sino todo lo contrario. El abrazo demuestra amor o compasión.

Hemos de superar nuestra autoestima, nadie es lo que hace, por ello, no hemos de sentirnos culpables por nuestros fallos ni enjuiciarnos negativamente nosotros mismos. Nuestros pensamientos han de ser positivos, podemos reconocer nuestras virtudes y nuestros éxitos. Una buena forma es crear una lista con los logros obtenidos y los aspectos que nos caracterizan y los que mejor nos hacen sentir. Esta lista, según los psicólogos, hemos de leerla cuando nos sentimos mal.

La superación y el esfuerzo, también aumentan la autoestima. El esfuerzo por cambiar nuestro carácter o la forma de actuar, pueden conseguirse con esfuerzos propios, una recomendación es aumentar los retos que vayamos superando.

Fuente: en femenino