Muchas veces a la hora de querer reducir el peso de nuestro cuerpo -ya sea por salud o simplemente por querer vernos mejor-, la pregunta es siempre la misma: ¿cómo puedo reducir la grasa innecesaria? Puede llegar a ser más sencillo de lo que parece, pero cómo no, si sabes lo que comes.
Los hidratos de carbono -también conocidos como carbohidratos– son la fuente de energía primaria del cuerpo humano, sin ellos no podríamos vivir, y también son los máximos responsables de las acumulaciones excesivas de grasas. Pueden llegar a ser mucho más perjudiciales para nuestra figura que las propias grasas de los alimentos, y esto hay que tenerlo muy, muy en cuenta.
Por ello mismo, a la hora de querer idear una dieta para eliminar grasa, los carbohidratos deben tener una especial atención. Lo idóneo es que no tomes más hidratos de los que necesitas, y que los vigiles incluso más que las propias grasas. Dado que a nadie le gusta calcular calorías ni proporciones, hoy te ofrecemos algunos consejos sencillos y prácticos:
- No tomes hidratos de carbono a partir de las seis de la tarde. Si llevas un ritmo de vida normal y te acuestas sobre las doce o una de la noche, la tarde es ideal para dar un corte casi total de estos nutrientes. Si durante el día has comido los suficientes, tu cuerpo reaccionará utilizando grasas almacenadas como combustible.
- Toma a lo largo del día mayormente hidratos complejos. Los carbohidratos complejos los puedes encontrar en el pan integral, la pasta al dente, el arroz integral y en cereales como la avena. En el desayuno y después de hacer deporte sí necesitas hidratos simples, como la sacarosa -azúcar común-, o el pan blanco.
Muy importante: si dejas de tomar hidratos de carbono por la tarde o al menos seis horas antes de dormir, no olvides cenar carne o pescado en abundancia, junto con algo de verdura o lechuga. De esta manera continúas dándole comida a tu cuerpo, y con una pequeña porción de carbohidratos te será más fácil dormir.