Continuando con la serie de enfermedades y afecciones cardiovasculares, hoy vamos a comentar el tema de la Fibrilación Auricular.
Este síntoma se caracteriza por la presencia de un ritmo cardíaco irregular.
En cada persona, el ritmo cardíaco es controlado por señales eléctricas emitidas desde el nódulo sinoatrial (también llamado el nódulo sinusal o nódulo sinoauricular), ubicado en el lado derecho del corazón. En condiciones normales, emite las descargas con cadencia constante. Pero en personas con esta enfermedad, estas señales llegan al corazón de manera desorganizada. Por consecuencia, las dos cámaras superiores (los atrios) palpitan caóticamente en vez de latir normalmente, y el corazón se vuelve incapaz de bombear sangre adecuadamente. En tal caso, la sangre se puede comenzar a acumular en los atrios, favoreciendo de esta manera la formación de coágulos.
Si un segmento de un coágulo sale de los atrios y se deposita en una de las arterias que llegan al cerebro, el resultado podría ser un ataque al cerebro. El 15 por ciento de los ataques al cerebro ocurren en personas con fibrilación auricular.
La probabilidad de desarrollar fibrilación auricular aumenta con el avance de la edad. Estadísticamente de 3 a 5 por ciento de las personas mayores a 65 años tienen fibrilación auricular.