Los estiramientos son la mejor manera de relajar los músculos y liberarlos después de haberlos ejercitado.
Todos los estiramientos deben ser lo más amplios posible pero sin llegar nunca al punto del dolor y manteniéndose en ese punto entre 15 y 30 segundos. Sólo debe hacerlo una vez y sin rebotar ya que puede producir lesiones.
Espalda
- Siéntese en el suelo, con las plantas de los pies pegados y acérquelas a la cadera todo lo que pueda.
- Acerque la frente a los pies hasta donde llegue.
- Mantenga esa posición.
Cuádriceps
- Parado, con los pies juntos, apóyese en algún elemento para mantener el equilibrio.
- Doble la rodilla, tómese del pie e intente llevar el talón al glúteo.
- Setirá el estiramiento rápidamente.
- Mantenga esa posición.
Dorsal
- De pie, con las manos en la cintura.
- Gire primero hacia un lado, mantenga y luego hacia el otro, mantenga.
- Procure que las caderas no se desplacen al lado contrario al que lleva el tronco.
Gemelos
- De pie, apoyando las manos sobre una pared
- Desplace las caderas hacia adelante
- Retrace una de las piernas y estírela sin doblar la rodilla.
- Flexione la rodilla de la que quedó adelante.
- Empuje la pared.
- Cambie de pierna.
Glúteos
- Sentado en el suelo, con la espalda totalmente derecha.
- Lleve una rodilla al pecho y mantenga esa posición.
- Cambie de pierna.
- Una variante es llevar esa rodilla al hombro contrario. Notará el estiramiento más lateralmente.
Hombros
- De pie, intente llevar un codo al hombro contrario, sin mover el tronco. Mantenga esa posición.
- Cambie de lado
- El codo siempre debe estar sobre el hombro. Para esto, ayúdese con la otra mano.