Una ampolla es una burbuja de fluido en la piel, producida al rozar la misma o por una quemadura. Estas burbujas son una defensa del cuerpo para proteger la dermis que hay debajo.
Qué hacer frente a esta situación:
- Lave la zona afectada, cubra la ampolla con una gasa esterilizada ligera y que no se pegue por la noche. Durante el día, cúbrala con un apósito resistente.
- No se deben pinchar las ampollas porque se podrían introducir gérmenes y provocar una infección potencial a través del corte.
- Las ampollas suelen romperse por sí solas, expulsando el fluido y manteniendo una capa protectora sobre la piel nueva.
- Cuando resultan tan incómodas, algunas personas suelen pinchárselas. En este caso primero lávela bien y utilice una aguja esterilizada.