El estudio, publicado en la revista Pediatrics, incluyó a 11 varones sanos de 12 a 14 años, sin problemas de sueño y que no tomaban medicamentos. Durante dos días, los varones jugaron con un juego automovilístico interactivo adecuado para la edad (Need for Speed) durante 60 minutos o miraron una película de acción en televisión, como las de Harry Potter o Viaje a las Estrellas.
La actividad fue realizada dos a tres horas antes de que los niños se fueran a dormir. Los resultados demostraron que después de jugar con la computadora, los varones tardaban más en dormirse, pasaban menos tiempo en el sueño profundo, que es el tipo de sueño que ayuda a la persona a formar los recuerdos fácticos, y más tiempo en la fase dos del sueño, conocida como no-REM, que es la etapa que sigue a la primera fase del sueño ligero y precede al sueño de onda corta o profundo.