El agua es esencial para nuestro organismo, es el principal componente de las células, indispensable para que el equilibrio de minerales se mantenga y el organismo trabaje adecuadamente y funcione con normalidad. Pero aun sabiendo la importancia que esta tiene, nos olvidamos de consumirla, no bebemos lo suficiente. La sustituimos por otros líquidos que no son nada convenientes (refrescos azucarados, zumos no naturales, infusiones… no tenemos consciencia de que estos alimentos sustitutivos hacen el efecto contrario, le restan agua al organismo, ya que son diuréticos.
Hay que beber el agua suficiente, como mínimo ocho vasos al día, si nos lo proponemos, lo podemos conseguir. Hay quien le cuesta beber, pero una opción es distribuirla en las distintas comidas, un vaso al levantarse, uno o dos antes de cada comida y ya lo tenemos completado. Aparte ya podemos administrar a nuestro cuerpo todos los demás líquidos restantes que deseemos beber (caldo, zumo, infusiones).
En épocas de calor, es vital la hidratación, al igual que en las actividades físicas. Nunca hay que esperar a tener sed, pues cuando el organismo da esta sensación es que nos está avisando de que las células necesitan hidratarse.
La recomendación es beber agua cada día, esta es vital para las funciones del organismo, lo hace funcionar y arrastrar aquello que no necesita (toxinas), lo depura y rejuvenece, logrando así una vida más sana.
Como ejemplo podemos comprobar la resistencia del ser humano, pues sin comida puede sobrevivir, pero no sin agua. El agua es símbolo de vida.