Una de las cosas saludables para una vida sana, es mantener a raya nuestra tensión arterial.
Según las investigaciones, las antiguas civilizaciones, no agregaban sal a sus comidas, por ello su tensión arterial era muy baja, ni siquiera con la edad, se les alteraba.
En la actualidad padecemos hipertensión, conforme vamos creciendo vamos añadiendo alimentos salados (embutidos, conservas, comidas rápidas), por ello muchos de nosotros padecemos hipertensión, la cual , se relaciona con el consumo de sal. Actualmente se consume entre 15 y 25 veces más sal que en las antiguas civilizaciones.
Lo peor de este síntoma, es que la gente que lo padece ni siquiera lo sabe, por lo tanto, no lo trata.
La tensión es la presión que ejerce la sangre cuando circula por las arterias. El corazón bobea, impulsa la sangre y así se suministra el oxígeno y los nutrientes al resto del organismo.
Su medición consiste en dos valores,, la sistólica (máxima) y la diastólica (mínima), estas se producen cuando el corazón se contrae y cuando se relaja. De 60 a 100 veces por minuto ocurren estas pulsaciones y cuando esto aumenta largo rato, es cuando ocurre la hipertensión.
Sus consecuencias son que el corazón trabaja más y se agota. Si esto no lo tratamos a su debido tiempo, sus daños son irreversibles. No sólo saldría perjudicado el corazón, sino el cerebro y los riñones.
Cuando más alta es la hipertensión en una persona, más corta es su vida, por ello hay que conocer la causa, que a veces puede ser hereditaria.
Fuente: nlm
