Cómo pasar de correr en la cinta al aire libre

Correr aire libre

Nosotros ya lo hemos comentado muchas veces, y los especialistas cada vez que pueden, se encargan de informar a las personas que el hecho de correr al aire libre tiene muchas más ventajas que hacerlo en una cinta en casa, de modo que a continuación, te traemos unos interesantes trucos que te permitirán poder hacer esta pequeña modificación sin sufrirla tanto.

Por ejemplo, lo primero que podemos recomendarte es que, para comenzar, vayas poco a poco en esta transición de la cinta a la calle. Es decir, si tienes por costumbre correr en la cinta tres veces por semana, puedes comenzar corriendo dos de esas veces en casa, sobre la cinta, y aprovechar la restante para hacerlo al aire libre. Lo ideal es que el traspaso dure la cantidad de veces que corres por semana.

Otra cuestión básica a tener en cuenta son los horarios en los que corres al aire libre, dado que son mucho más condicionantes de los que utilizas en la cinta. En este sentido, es conveniente que apuestes por no salir en los picos de temperatura y luz solar, pues el cuerpo está acostumbrado a correr en un lugar acondicionado climáticamente, y podrías llegar a tener problemas.

De igual modo, como corres al aire libre no es lo mismo que hacerlo en una cinta, tienes que prestar especial atención tanto a la vestimenta como al calzado que utilizas. En cuanto a la ropa, lo mejor es que apuestes por colores blancos, con prendas transpirables para que el calor abandone tu cuerpo. En el caso del calzado, es lógico que debería tener una mayor amortiguación.

Además, disminuye el ritmo de carrera al aire libre, pues no es lo mismo que correr en interior donde no tenemos viento, obstáculos como personas que caminan y desniveles, así que no te pongas tan exigente. Para finalizar, es necesario y obligatorio que siempre que salgas a correr afuera lo hagas con tu botella de agua.